viernes, 29 de julio de 2016

La gran ciudad


De la experiencia en tierras zapatistas pasamos casi sin escala al DF. Bueno, por suerte con una escala, porque el contraste si no, hubiese sido tremendo. Los días en San Cristóbal sirvieron para descansar y reencontrarse de forma amigable con la "civilización".
Entrar en el DF me recordó cómo son las grandes ciudades.  Particularmente a  Buenos Aires, a pesar de las diferencias culturales, etc. Será por ser la propia, o quizás por cosmopolita y por tener un estilo urbano mucho más similar que al de otras ciudades que crucé.
El DF es particularmente bello por la arquitectura de su parte céntrica, por sus museos repletos de murales, y por su  limpieza, a pesar de no haber tachos en las calles y de estar tan superpoblado. También es excesivamente agotador, por  la cantidad de gente que circula en el centro y por ende en el metro; por los ruidos, el tránsito, los comercios y el estilo de gran ciudad en general. Tiene, no obstante, bastante verde, e incluso barrios muy tranquilos y bajos.
Durante la estadía ahí disfrute mucho de unos cuantos lugares hermosos, y termine igualmente agotada y algunas veces malhumorada, como se puede apreeciar en las fotos. Igual que me pasa ahora en Puebla. 
Ambas ciudades son hermosas, pero querer recorrerlo todo, y pasar larguísimos ratos en museos, yendo del uno al otro, me provoca un mal humor increíble. Ya hasta los mercados artesanales, que están entre mis favoritos , me causan fastidio.
De los lugares recorridos, creo que el que más me impresionó fue el colegio San idelfonso, un museo jesuita, con unos murales increíbles, en su mayoría de Orozco, cuyos motivos son bastante revolucionarios. Tiene una de las salas conservadas con !as sillas y el púlpito jesuita, y también una sala de teatro increíble con un gran mural de Rivera. 
Teotihuacan es otro de los grandes lugares pero ya fuera de la ciudad. No voy a contar sobre este lugar, creo que las fotos bastan.
Tuvimos la suerte de estar en casa de la familia, que nos recibió unos cuantos días, en que compartimos charlas de sobremesa, trucos de magia en el balcón, y momentos familiares en general.
Es muy difícil describir el DF, este blogg es sólo una breve nota y excusa para subir fotos nuevas y escribir un Poco.
En definitiva una ciudad con mucho que ofrecer, variedad de lugares que admirar y aprender, pero no deja de ser la gran ciudad. Así que van las fotos,y como imaginarán , ahora sólo necesito agua y verde.


Así empezaba el día cultural


Así lo terminaba...

Teotihuacan 


Zócalo 

La casa azul... y yo a tono, obvio!

jueves, 21 de julio de 2016

Santo remedio

Cuando mi tocaya zapatista me pregunto si podría acompañarla al médico al día siguiente, me puse muy contenta. Aunque fuese lejos y hubiera que levantarse tempranisimo.
Primero, porque por fin iba a ser útil para algo! Segundo porque empezaba a aburrirme,-cosa extraña-, de que en ese lugar, hermoso como era, no pasara nada.d e inmediato dije que sí, y se agregaba el hecho de que era para la nena, de unos 7 meses de edad.
Así que pregunté a qué hora había que salir y como me dijeron a las 4.00am, apronte el termo con café para el desayuno, ( parece algo sin importancia, pero se trataba de hacerlo encendiendo el fuego con leña, purificar el agua, etc,).
A las 3.30 del dia siguiente sonó el despertador y me levanté rápidamente para no hacer esperar a la mujer con su niña. Tomé el café, y me dispuse a esperar en una mesita, mientras veía caer un diluvio interesante. Eran como las 4.00am y yo empezaba a sospechar que Lucía hubiera decidido no ir por la lluvia. Trataba de no dormirme ni caer en la tentación de volverme a la cama, digo, hamaca, porque tampoco podía ir hasta la casa... así que, seguí esperando.
Al cabo de una media hora, o cuarenta minutos, llegó por fin la compañera, disculpándose, por haberse demorado con la nena. El viaje resultó mucho más sencillo de lo que esperaba. Caminamos !menos de 5 minutos y nos paramos bajonun árbol, según lo poco que podía vera esperar que pase la camioneta/taxi, que milagrosamente iba hasta Palenque, nuestro lugar de destino. Una vez en el mercado de Palenque, tomamos otro taxi, ya que un taxi no es, como podrán imaginar un taxi y  la compañera no sabía llegar de otro modo.
Bajamos frente a una casucha, primer momento extraño, ya que entonces no era hospital, ni salida, sino a lo sumo consultorio.
Un solo hombre , de unos 60 años estaba allí sentado en la puerta. Le preguntamos a qué hora habría o qué debíamos hacer. El comentó que no abrían nunca antes de 8, 8 y media, hora en la que comenzaban a repartir turnos. Miramos el reloj y eran.... las 6.00!! Sugirió inmediatamente que no nos movamos de allí, ya que empezaba a llegar mucha gente al rato, pero que también había una tiendita así que íbamos a poder comprar alto de comer. Siguiendo sus indicaciones, nos apostamos ahí en el banquito, conversamos con el señor, a la sazón docente, luego con alguna otra persona de la cola, y dormite ahí mismo sentada apoyada contra la pared.
Alrededor de una hora después abren la ventana del lugar, donde efectivamente había una tiendita/kiosko. Contentas, compartimos unas galletas para amenizar la espera.
A los 15 min Aprox abrieron la puerta de al lado, de donde veo salir  un hombre joven que sube a su moto con el perro, y se va, volviendo minutos después con albahaca. Va y viene algunas veces. Después de ello, vuelve, y al rato abren la puerta vendiendo albahaca y huevos...yo no presté demasiada atención. Todavía esperaba que al rato todo eso terminará y comenzará la atención médica. Quizás estos otros eran familiares del doctor, vecinos, o vaya uno a saber!
Recien alrededor de las 8.30 am, el señor de la tiendita, llamó para anotar ala gente. En el ínterin averiguamos que cobraban 10$ la ficha/turno, y luego a voluntad. Otra cosa llamativa, pero viniendo de un zapatista, en caso que lo fuera...
Alrededor de las 8.45 y la 9.00 la gente comenzó a ser llamada. El primero en entrar, obvio, el señor delante  nuestro. De repente empiezo a escuchar un rezo algo frenético, un padre nuestro a toda velocidad. Sí, gracias que reconozco el padre nuestro. También empecé a sentir aromas, como a inciensos, pero no podía ver mucho hacia adentro. Logré asomarme y ver una virgen, con algo de sospecha, pensé en lo religiosa que es la gente del lugar, quizás simplemente tuvieran en la casa en que atendian, a la Virgen y algún otro simbolismo. Por fin pude ver cuando entré ( sólo a la "sala de espera").... que era una santería!!!
Mi primera reacción fue mirarlo todo y descubrí cosas bastante divertidas, como un jabón con la frase fuera " domina a tu hijo", la segunda fue putear internamente por haberme levantado a las 3.30 y haber esperado todo ese tiempo muerta de sueño, pensando que la nena al menos tendría su atención médica, para que finalmente se tratara de una santería!! La última  fue darme cuenta de la oportunidad única que estaba teniendo de vivir un aspecto absolutamente relevante de otra cultura con esa cercanía. Reconocer que no era lo que yo esperaba pero que para ellos era quizás más importante que el médico, de modo que de todas formas había sido útil. Entender además que los zapatistas son hombres y mujeres que provienen de colectividades con costumbres profundamente arraigadas y que no chocan necesariamente con la idea de autonomía, por lo que persisten sin contradicción alguna.
Al salir la nena completamente mojada y aromatizada, emprendemos el regreso, mientras le preguntó a Lucía, ya sólo por curiosidad sobre la respuesta:
-dijo algo sobre lo que tiene la nena?
Respuesta obvia y contundente:
- no, le hizo una curación y así se le va a pasar.

domingo, 17 de julio de 2016

Lento pero avanza: caracol

San Cristóbal nos recibió rompiendo con el clima monocorde y caluroso que nos vino acompañando en todo centroamérica; clima lluvioso y fresco, pero como decían los amigos Silvia y Nelson (amigos de la familia montevideanos), " si no te gusta el tiempo espera 5 minutos". Así es San Cristóbal, en un día se pasa por todos los estados climáticos.
Los otros dos aspectos destacados del inicio de la estadía fueron, descubrir el campamento de huelga del sector docente y el sector salud, y la salmonera que venía acarreando desde Guatemala, sumada a un salpullido en la piel, producto de algún bicho, que para tranquilidad de todos no es dengue ni zicungunya, pero que según el médico podría ser un símil menos grave.





La enfermedad pasó pronto; felices con el clima nuevo y cambiante y con la visibilidad de la situación política, empezamos a encontrarnos con todo lo que esperábamos y nos esperaba en San Cris ( como le dicen todos).
Llegamos a casa de Paulina y Luca, que además de ser linda y cómoda, se convirtió muy pronto en el hogar que tanto ansiábamos.
Esta pareja ítalo_ mexicana, nos hizo sentir como en casa,y hasta tiene un hogar...de cartón... jaja, lo que refleja su espíritu alegre y divertido. Con ellos compartimos extensas charlas de aquí, de allá, y  acullá, algunas salidas y comidas, y algún otro momento de trivial.
Al segundo día de estadía en el nuevo hogar, reencontramos a un compañero Cordobés al que conocimos en Nicaragua ( bueno yo conocí en Nicaragua y Rodo en Panamá) que también alegro nuestro comienzo en la ciudad con música y mates.



San Cristóbal es un lugar bellísimo con mucha vida,pero la necesidad de caserear, en todos los sentidos nos llevó a estar bastante adentro.  No impidió por suerte pasear por el centro, los mercados, la localidad de San Juan chamula, con su iglesia, ritos y feria, etc. E incluso por el súper al que íbamos muy contentos cuando la lluvia y la fiaca nos invitaban a quedarse dentro.



Iglesia de San Juan Chamula 


Uno de nuestros objetivos centrales en San Cristóbal era ir a un caracol zapatista; esta entrada la escribí estando por allá  en medio de la selva Lacandona.


Nuestro campamento 

Todo un acontecimiento ya, ir con nuestra carta de aval, (gracias Mati!) a Frayba, a ver qué cuernos nos decían: si llegábamos al curso, si nos echaban por no entender nada de nada, si finalmente nos asignaban un lugar al que ir. Cada pasito una incertidumbre, pero finalmente todo salió como lo planeamos. Obviamente, porque si no, no estaría acá.
Salimos de Frayba tras la charla introductoria, con Max, nuestro nuevo compañero de ruta. Un pibe de 22 años, norteamericano, muy piola. Directamente a hacer prepariativos!!! Compras de todo tipo, desde hamacas para dormir, hasta ocote para encender el fuego( unas maderitas que encienden enseguida y te las venden en bolsitas).
Dos días más tarde, nos encontramos con Max en la terminal de buses para emprender el viaje. Llegar al caracol y luego a la comunidad asignada, fue mucho más sencillo de lo que pensé. El paso por la Junta breve y muy poco extravagante. Será que ya sabía que habría como 7 personas observándolo todo.






El lugar donde se encuentra el campamento, un hotel recuperado tras la huida de su dueño, no es el más cómodo, pero he conocido peores. Algunos lugares eco friendly hasta crean condiciones similares a propósito para el turista. La estadía en sí misma no es ni fácil ni difícil,puede llegar a ser aburrido o lento... no obstante, con el paso de los días, me di cuenta de que en este proceso efectivamente aprendí sobre zapatismo, y que estar en esta región selvática,viviendo al lado de familias muy muy humildes, haciendo el intento de comprender su organización, sus modos de vida y su idioma, son sin duda, experiencias únicas e irrepetibles. La huella que dejan, junto con algunas otras vivencias que repaso mentalmente, son parte del corazón de este viaje. Así que habiendo pensado en todo esto, mientras el río turquesa me bañaba hasta la cintura y mirando un paisaje exuberante y verde, me llené de alegría.










Por último, todo éste período y quizás un poco antes incluso, fue acompañando de un halo de nostalgia, que no opacó para nada la felicidad.
Extrañitis en porteño, de la casa, las charlas, las comidas preferidas, los afectos. Lo que me recordó lo que es obvio y trillado: valorar lo que se tiene y... que siempre se quiere lo que no se tiene( dos caras de la misma cosa); por
 lo que con seguridad, cuando esté allá querré y extrañaré estar acá, en estos nuevos y bellísimos paisajes, conociendo personas en cada caminito. Así que....a disfrutar a pleno lo que queda!!!!